Amado por pocos, y odiado por muchos, el navegador Internet Explorer de Microsoft está por llegar a su fin, después de una larga trayectoria en el mundo digital.
Internet Explorer debutó en 1995 como parte de Windows 95 y se convirtió en un éxito instantáneo, acabando por completo con Netscape Navigator, y logrando así un monopolio virtual a principios de la década del 2000.
En su pico de 2002, Internet Explorer dominaba el 95% del mercado de navegadores. Pero Microsoft falló en innovar, esencialmente dejando a Internet Explorer 6 solo para acumular polvo y telarañas durante cinco años.
Esto frustró a los clientes y los hizo huir en busca de nuevas alternativas, convirtiendo a Internet Explorer en sinónimo de errores, problemas de seguridad y tecnología obsoleta.
Debido a esto, Microsoft finalmente lanzó IE7 en 2006, pero el daño ya estaba hecho. Microsoft allanó el camino para que Firefox y luego Chrome lo superaran.
Por este motivo, el final de Internet Explorer esta cerca, uno de los productos más menospreciados de Microsoft que se negó a morir.
Pero Microsoft anunció que finalizará el soporte para Internet Explorer 11 el 15 de junio de 2022, en donde prácticamente, este será el último clavo, después de años de coquetear con la desaparición de Internet Explorer.
Por ejemplo, en agosto de 2020, Microsoft le dio la espalda a este navegador para sus propios productos. El software de chat de trabajo Teams dejó de estar habilitado con Internet Explorer el otoño pasado y sus 365 aplicaciones, incluida Office, tampoco funcionaron a mediados del verano de 2020.
En su anuncio de desaparición, Microsoft dijo que Internet Explorer es lento, ya no es práctico ni compatible con muchas tareas web modernas y es mucho menos seguro que los navegadores modernos.
A pesar de ello, Microsoft continuó enviando Internet Explorer con Windows para garantizar que las aplicaciones corporativas sigan funcionando correctamente, pero la mayoría de los propietarios de PC con Windows 10 probablemente nunca notaron que Internet Explorer está instalado en sus computadoras.
Su participación en el mercado de navegadores cayó por debajo del 50% en 2010 y ahora se ubica en alrededor del 5%, según el rastreador de uso de navegadores NetMarketShare . Chrome de Google, es el líder en navegadores, con una participación del mercado del 69%.
Si bien es cierto, una vez que fue el navegador web más utilizado, Internet Explorer había estado en una trayectoria descendente constante durante casi dos décadas. Sin embargo, ha logrado mantenerse milagrosamente durante 26 años.
Hasta el día de hoy, todavía no admite extensiones, no está disponible en dispositivos que no sean de Windows y no se sincroniza con otros dispositivos de forma predeterminada, tal y como lo puede hacer Chrome o Firefox.
Debido a eso, Microsoft le pondrá fin a este navegador. Esto puede ser la clara imagen de cuando un producto no se mantiene con una mínima actualización o de acuerdo al entorno que lo rodea, le puede llevar a su propio fin.