Con el pasar de los años, la deforestación de árboles cada vez es más elevado, debido a construcciones de industrias entre otros.
Esto es algo perjudicial para el mundo, aunque no lo parezca, ya que los árboles son los «pulmones de la Tierra». Por esta razón, los árboles ahora también pasarán a formar un papel fundamental en la obtención de electricidad.
Y aunque la energía que esperan crear con cada árbol es limitada, estiman que los bajos costes de instalación podrían multiplicar el número de árboles-generadores, e incluso favorecer que las empresas eléctricas se lancen a plantar árboles para producir energía.
En más detalle, la idea se basa en aprovechar las resonancias internas que se producen en los árboles como consecuencia del efecto del viento para generar electricidad a partir de un sistema piezoeléctrico: la acumulación de tensión mecánica en un cristal hace que aparezca voltaje.
Adosando una ligera estructura metálica al árbol (o a otros elementos como farolas o fachadas de edificios) sería así posible generar electricidad de forma totalmente pasiva, y a un coste razonable, como informa Motherboard.