En Alaska se encuentra un sitio conocido como el «lugar donde dos océanos se encuentran», pudiendo apreciar a simple vista como las aguas de los océanos no se unen o se mezclan.
Se puede observar dos colores diferentes de aguas, en donde el agua de color oscuro, es la del mar, siendo salada y la que es clara, es del glacial, siendo agua dulce.
Este fenómeno muchos lo relacionan con el mito que afirma lo siguiente:
«El Golfo de Alaska es un lugar donde la presencia de las aguas procedentes de dos mares, el Pacífico del Norte y el Mar del Bering, provoca un fenómeno inusual. Sus aguas son tan distintas que chocan en su naturaleza, sin llegar a mezclarse. Por eso, las dos aguas de estos mares, en algunos puntos, llegan a verse enfrentadas, como si fuesen dos aguas con colores distintos».
Esto hace pensar por una parte, que el agua no se mezcla, y que está colisionando contra la otra, pero no es del todo cierto.
En realidad, esto se debe a un fenómeno conocido como: los eddies, que son remolinos generados por las corrientes y la convección oceánica. Es decir, son motores naturales que se encargan de distribuir las aguas y los sedimentos, teniendo cientos de kilómetros de diámetro.
La diferencia de densidad, debido a la temperatura o salinidad, hace que dos aguas se comporten como dos líquidos distintos, pero que con el tiempo ambas aguas se homogeneizarán y se mezclarán de manera natural, en cuestión de días o meses.
Pero hasta que eso suceda, también se generan otros fenómenos conocidos como termoclina o haloclina, que son barreras naturales en las que dos aguas con diferentes propiedades están en contacto sin mezclarse.
Sin lugar a duda, este es uno de los grandes fenómenos que la naturaleza nos brinda, para poder apreciar las cosas increíbles del mundo.